Retos
y desafíos que debemos asumir como sociedad para construir la paz.
Uno de los mayores desafíos que
afrontamos actualmente como país es la negociación entre el gobierno y las FARC,
de cara a los resultados del plebiscito del pasado 2 de octubre. Este nuevo
escenario nos obliga a afrontar responsabilidades como sociedad y nos revela la necesidad de tomar acciones
precisas para la construcción de paz desde nuestros entornos familiares,
sociales y nuestro territorio.
Nos encontramos en una situación donde
debemos preguntarnos qué acciones
debemos tomar como sociedad, cómo podremos convivir juntos, cómo creamos
mecanismos para resolver nuestras diferencias y conflictos que no incluyan acciones
violentas y cómo construimos contextos de relación donde nos reconozcamos como
sujetos.
Más allá de certezas, podemos construir reflexiones
y preguntas para continuar fortaleciendo diversas formas de resistencias y
acciones orientadas hacia la paz que nos permitan crear nuevas formas de
sociabilidad y de convivencia.
A continuación, compartimos algunas
reflexiones construidas por la Corporación Vínculos desde la perspectiva psicosocial
y de cultura de paz, respecto al país que queremos construir.
Caminos
para reconocer el impacto de la guerra en la sociedad.
Como sociedad es importante partir del hecho
de que vivir en un contexto de guerra nos ha afectado, por ello la necesidad de
vencer la indiferencia y el silencio social sobre los actos de violencia
ocurridos en diferentes espacios de nuestro país; el silencio nos ha llevado a
naturalizar, legitimar y reproducir todas las expresiones de violencia que ocurren
a diario tanto en el marco del conflicto armado interno, como en los actos
cotidianos en donde nos relacionamos con los demás.
La polarización social en general ha
sido otra marca que la guerra ha dejado en nosotros. En este caso debe primar la
construcción colectiva a pesar de las diferencias que puedan existir. Sin duda
alguna la reparación integral a las víctimas del conflicto armado garantiza un
escenario para toda la sociedad en donde se logre vencer los sentimientos de
odio y venganza.
De esta forma es necesario partir del
reconocimiento de cada persona y la importancia de las relaciones dentro de la
sociedad en donde el diálogo debe convertirse en una herramienta indispensable
en la resolución de conflictos y en la construcción social.
Caminos
para reconocer los daños y el sufrimiento de las víctimas.
El reconocimiento y reparación integral
a las víctimas deben convertirse en el eje central del camino hacia la construcción
de una cultura de paz, para lograr este desafío se deben reconocer los daños y
el sufrimiento de las víctimas públicamente con el propósito de generar memoria
y crear mecanismos de prevención que garanticen la no repetición.
Además, como sociedad debemos avanzar
hacia el compromiso de despojarnos de la
estigmatización y la construcción de prejuicios hacia la población víctima de
la violencia del conflicto armado. Es fundamental reflexionar sobre nuestra
contribución social a la reparación de las víctimas, teniendo en cuenta que
este asunto no le compete exclusivamente al Estado, sino que es responsabilidad
de todos y todas, como sociedad.
Caminos
para volver a encontrarnos
El hecho de vivir y crecer en un
contexto de violencia ha contribuido a que se perpetúen escenarios emocionales
desesperanzadores en la sociedad frente a las
posibilidades de cambio. Esta idea tal vez se ratificó en la mente de muchos
con los resultados del plebiscito del pasado 2 de octubre, Sin embargo, para
otro grupo de la población el resultado se convirtió en una razón más para
luchar por ese cambio, para hacer escuchar su voz, para alcanzar una nueva
oportunidad. Estos resultados se convirtieron en la motivación para seguir
exigiendo la paz y los acuerdos con los diferentes grupos armados.
Para recuperar la esperanza en el futuro
se hace necesario brindar a niños, niñas, adolescentes y jóvenes la posibilidad
de crecer en un contexto diferente al de la guerra, en donde la educación sea
un aspecto determinante para la construcción de paz. Esta necesidad de paz se
ha visto manifestada en las diferentes marchas pacíficas realizadas por grupos juveniles,
niños y niñas, organizaciones sociales, y grupos universitarios donde mediante
consignas y mensajes expresan su esperanza con un país mejor para ellos y
generaciones futuras, así como manifiestan un compromiso de su parte y exigen
al resto de la sociedad y al Estado la misma determinación para poder construir
un proyecto de nación en paz.
La construcción de un proyecto como
nación corresponde al compromiso de cada uno y cada una con soñar y trabajar
por un país distinto, la firma de un acuerdo es necesario e importante para
construir la paz, pero es necesario empezar a actuar desde cada uno de nuestros
espacios. Es ahora a reflexionar en cómo desde la posición en la que ocupamos
en la sociedad- podemos empezar a construir, actuar y trabajar por la paz.
Con base en este marco reflexivo para la
construcción de la paz en el país también es importante considerar los daños e
impactos psicosociales a nivel personal, familiar y comunitario que ha dejado
la guerra como dolor, tristeza, miedo, rabia, ansiedad, pánico, desesperanza,
indignación, impotencia, culpa, inseguridad, desconfianza, incertidumbre,
angustia, temor, silencio, aislamiento.
Adicionalmente
se presentan aspectos que dejan huellas como la desestructuración familiar
mediante la transformación abrupta de roles familiares, acompañado de cambios
en los referentes sociales por variación en el comportamiento con la comunidad,
la desaparición o transición de las creencias, costumbres o hábitos, lo cual
puede causar una ruptura en el tejido social,
así como la perdida de referentes y figuras identificadoras.
Por
otro lado existen otros impactos causados por la guerra como la pérdida del
territorio y de los bienes materiales, el desarraigo de organizaciones campesinas,
indígenas y afrodescendientes quebrantando procesos organizativos y de
liderazgo lo que puede conllevar al aislamiento social acompañado de una
sensación de vacío y desprotección.
La
Corporación Vínculos invita a toda la sociedad a realizar acciones para la construcción
de paz desde nuestros entornos más cercanos, a sembrar esperanza con el futuro
y a trabajar desde nuestros territorios para disminuir las acciones violentas
que afectan a nuestros niños, niñas, jóvenes y a la población en general.
Comunicaciones 2016
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